El príncipe destronado (Miguel Delibes)

Título de la obra: El príncipe destronado
Libro: 1/1
Saga: No
Autor: Miguel Delibes
Editorial: Destino
Género: Novela
Páginas: 256

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Sinopsis: A través de la mirada de un niño de tres años, desplazado de su condición de benjamín por el nacimiento de su hermana, y a lo largo de doce horas, el novelista nos describe la vida y afanes de una familia de la alta burguesía española de los años sesenta: el autoritarismo de un padre vencedor de la guerra, la inseguridad y fustración de una madre cargada de hijos, el enfrentamiento generacional, la crisis de la familia, las inquietudes y terrores del alma infantil, y todo un cúmulo de sugerencias y circunstancias vistas siempre con humor, ternura y a veces también con desgarro.

Opinión: la novela comienza cuando nuestro protagonista, Quico, se despierta. El autor nos sitúa la obra en un martes, tres de diciembre de 1963. Quico es el quinto hijo de seis de una familia acomodada, con una casa grande y tres mujeres que trabajan para la familia.

Se habla en tercera persona y podemos conocer a la familia de Quico con más atención, sabremos cómo se siente Quico, conoceremos a su familia: a sus hermanos, tía y sus padres; sabremos los problemas que rondan dentro del núcleo familiar y un poco lo que ocurre de puertas para afuera en ese tiempo, donde Delibes aprovecha para hacer crítica del momento que vivía el país.

Cabe destacar que a pesar de que Quico es el protagonista indiscutible de la novela, no podemos olvidar que conocemos no solo lo que a él le ocurre sino a los adultos, que tienen problemas más allá del logro del pequeño de que esa noche no se ha hecho pis en la cama.

Rememoraremos nuestra infancia más pura e inocente, sonreiremos ante las vivencias del día de Quico al que le acompañan su hermano Juan (que no va a clase porque está enfermo) y junto a su hermana pequeña, Cris. Extrañaremos esos momentos de risas y de juegos donde lo más preocupante para los personajes de la novela y como lo era para nosotros en su momento era que no nos pillasen jugando al balón dentro de casa o a comernos lacomida a pesar de que no nos gustaba o no teníamos hambre, ¡y se nos hacía bola!

Indiscutiblemente es una novela evocadora de nuestros años más jóvenes, de nuestras infancias más especiales y volveremos atrás con Quico y con Juan, soñaremos a jugar con ellos a indios y vaqueros, recordaremos las regañinas de nuestras madres porque no podíamos comer en condiciones lo que ellas preparaban y dejaban en ello tanto empeño.

Irremediablemente no queremos terminar el libro, porque aunque no ocurra nada trascendental en la novela ni tenga nada de lo que sea necesario destacar por una importancia máxima es quizá, en esa misma sencillez en lo que reside la importancia misma de la novela dejándonos entrever nuestro pasado o el presente de algún pequeño que tengamos en nuestro círculo personal.

En relación al tema de los personajes, tengo que destacar, como no puede ser de otra forma, a los tres pequeños de la familia: Juan, Quico y Cristina. Junto a Vito y Domi, que son las mujeres encargadas de la casa y de los niños y de las que cada una a su modo, tratan a Quico, en especial la relación tan especial que mantienen Vito y nuestro protagonista que, quizá, por su edad joven y su interés en el bien de Quico y de que está siempre que le es posible encima de él, ejerce a mi modo de ver más como una madre que la suya propia, que está atendiendo continuamente a Cristina y que dice que Quico debería de haber aprendido ya a saber que no es el centro de la casa como lo era antes del nacimiento de su hermana pequeña.

Pero a lo largo de los capítulos (que tengo que decir que cada capítulo corresponde a una hora en la que Quico está despierto) veremos como van llegando y yéndose otros personajes: el padre que va a comer y se marcha a trabajar, los hijos mayores que llegan del colegio cuando este ha terminado y pululan por la casa por la tarde, la tía de Quico y hermana del padre que va varias veces porque vive en el mismo edificio, el novio de Vito y algunos vecinos que aparecen en escena cuando Vito marcha con Quico a comprar la leche para el desayuno.

No podéis dejar la oportunidad de perderos esta fantástica lectura, además que aunque haya puesto que el libro tiene 256 páginas, realmente la historia en sí tiene apenas unas cien porque el resto es un estudio de la obra, de sus personajes... así que se os puede hacer bastante más ameno.